Estos son unos pastelitos típicos de Bilbao, y es curioso porque, en realidad no llevan arroz. La verdadera historia de estos pastelitos es la que narran los pasteleros mas
antiguos de la ciudad, Arrese, Zuricalday, Jauregui, etc.
Cuentan que
durante la guerra en algunos conventos que hacían repostería,
aprovechaban el agua de cocer el arroz para hacer estos pasteles, debido
a las escasez de leche y a los cortes de agua. Por eso les llamaron
pasteles de arroz, pero que no llevan arroz. Posteriormente y a pesar de
tener agua o leche, siguieron llamándoles pastel de arroz.
Su elaboración es muy sencilla, y el resultado muy versátil: nos sirven tanto para desayunar, para acompañar el café de media mañana o el de media tarde, de merienda, de postre... No dejéis de hacerla!!!
INGREDIENTES para 12 unidades
- 12 obleas de empanadillas
- 600 ml. de leche
- 60 gr. de mantequilla
- 20 gr. de sémola de arroz
- 20 gr. de maizena
- 30 gr. de harina
- 80 gr. de azúcar
- Una pizca de sal
- 2 huevos medianos
PREPARACIÓN
Precalentar el horno
a 200ºC.
Poner en un bol la
leche y la mantequilla y batir hasta que esta última se incorpore en la leche.
Mientras tanto,
forrar los moldes con las obleas. Se recomienda sacar las
obleas unos 10 min. antes del frigorífico para que estén más manejables.
Añadir al bol la sémola, la maizena, la harina, el azúcar y la sal. Mezclar hasta que todos los ingredientes queden incorporados. Agregar los huevos y mezclar de nuevo.
Llenar con esta mezclar líquida los moldes hasta arriba.
Hornear 25 min a
200ºC. Dejar enfriar.
Cuando termine el tiempo de horneado veréis que están todos los pastelitos subidos y que cuando
los sacáis del horno se van bajando y al final quedan con hondonada.
Esto es normal, tienen que quedar así.
Si después de pasar 25 min. en el horno, veis que los pastelitos no han cogido un ligero tono dorado, poner 2 min. al grill. Quedan más apetecibles.
A la hora de servir, deben estar ligeramente templados. Si tenéis que guardarlos de un día para
otro, hacerlo en la nevera, pero luego cuando vayáis a servir, darle
un toque de microondas, lo justo para quitar el frío.
NOTA
Cuando vayamos a poner la mezcla
líquida en los moldes, puede que se nos quede parte de la sémola de arroz en el
fondo del vaso. Para que esto no ocurra, ir meneando el bol según vamos
rellenando los moldes.
Fuente de la receta: Cocinando con Goizalde
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